Lo primero que debemos entender es que estamos en un mundo donde lo económico es un factor esencial. Lo segundo es que todos hacemos mercadeo y publicidad ya sea para vender una idea, lograr que nos contraten en una empresa, ser el preferido de la familia, incluso cuando deseamos ser reconocidos como alguien distinto y diferente a otros (individualidad), cuando queremos reunir fondos para alguna evento sin ánimo de lucro, entre otras actividades.
Que Cristiano Ronaldo es más modelo que jugador, que ya no juegan por un equipo o país sino para sí, que prima el interés económico sobre lo deportivo, que los grandes jugadores pertenecen al pasado, que la FIFA es una mafia, entre otros comentarios generan la inquietud de si existe una disyuntiva, complemento o sinergia entre los dos conceptos.
La verdad es que si el fútbol es lo que es hoy en día en lo deportivo y económico, es gracias a las nuevas tecnologías, la globalización, el mercadeo y la publicidad. Gracias a ello en este deporte no sólo hay grandes equipos y jugadores sino marcas que generan rendimientos, en un sector en crecimiento y tan importante como el entretenimiento. Por ejemplo, los cines sacaron un espacio importante para transmitir en sus salas los partidos en vez de proyectar películas. Hoy los grandes cubles y jugadores venden más con el patrocinio, derechos de transmisión y su propia marca que con el mismo evento del juego.
La FIFA, la gran multinacional que dirige y organiza este deporte, posee el poder económico suficiente para obligar a gobiernos a cumplir con sus directrices para asignarles un Mundial u otro evento. Las grandes marcas se pelean por estar en sus principales eventos: mundiales, copas libertadores, UEFA champions League, copa america, entre otras. Por ejemplo, hoy en Brasil no solo se habla de los enfrentammientos de octavos de mundial entre selecciones sino entre algunas marcas que los visten; Puma, Lotto, Nike, Adidas, Burrda, Sport; o entre patrocinadores Coca Cola, Volswagen, P&G, Gillete, Ariel, Head & Shoulders, Samsung por mencionar solo algunas.
Pero también hay beneficios para el país organizador del evento, o ¿quién no conoce hoy más a Brasil?, ¿Cuántos visitantes estarán en el mundial?. Y lo mejor es que la gente con empleos informales o pequeños negocios también se veran beneficiados incluso por fuera del lugar del evento, o si no ¿cúantas camisetas y artículos relacionados vemos vender en las calles?.
En conclusión, en la sociedad de hoy, abierta, globalizada, con medios de comunicación y tecnologicos nos sorprende cada vez más el mercadeo y la publicidad como se ha visto en este evento deportivo.