Las habilidades blandas que necesitas para enfrentar el futuro
¿Cómo enfrentar a ese impredecible desconocido que te acecha y te acosa a cada segundo de tu existencia?
El futuro puede ser incierto; pero, el presente te da las herramientas para preverlo de alguna forma y estar listo para enfrentarlo. A continuación, te mostraré algunas de las “habilidades blandas” que requieres para encararlo sin temor Prepárate para tu futuro con nuestros preuniversitarios
¿Qué son las habilidades blandas?
Básicamente, consisten en rasgos que te hacen un ser productivo para la sociedad. Son una mezcla de destrezas sociales, que te permiten interactuar con los demás y las podemos dividir en:
Tipos de habilidades blandas
Comunicativas: que te facilitan transmitir tu pensamiento a los otros, al tiempo que entiendes lo que te quieren decir
Personales: que te facultan para conocerte y reconocerte, con tus cualidades y aspectos a mejorar.
Actitudinales: que te ayudan a enfrentar cada reto con la mejor voluntad y ánimo.
Laborales: que te proporcionan la capacidad de realizar tareas con disciplina y diligencia.
Inteligencia social y la inteligencia emocional: que te permiten desenvolverte en tu entorno, trabajar bien en equipo, cumplir tus objetivos y tener éxito en la sociedad.
Como has visto, son muchas las habilidades blandas, pero estas son algunas “soft skills” que debes poseer para lograr un buen desempeño en el futuro definidas por el Foro Económico Mundial. Clic aquí para mejorar tus habilidades
El World Economic Forum, citado por la revista Forbes (2021) ha definido un compendio de las habilidades blandas fundamentales para un profesional que pretende estar preparado para el mercado laboral actual y en el del futuro próximo (2025). Su lista contiene las siguientes habilidades blandas:
Pensamiento analítico e innovación: no siempre es mejor malo conocido que bueno por conocer, que tengas la facultad de innovar e inventar y mejorar la forma de hacer las cosas es una cualidad ganadora.
Aprendizaje activo y estrategias de aprendizaje: sea en equipo o de forma individual debes ser capaz de encintar la forma más fácil de acceder al conocimiento que está en constante renovación.
Resolución de problemas complejos: entre más grande es un oponente, más duro cae. Que puedas resolver grandes problemas es una carta de triunfo en la vida laboral.
Pensamiento crítico y análisis: no debes tragar entero, debes entender las circunstancias y las personas que te rodean y partir de allí para tu accionar.
Creatividad, originalidad e iniciativa: sé proactivo y sé tú. Deja tu marca en los demás y gana reconocimiento.
Liderazgo e influencia social: tener la capacidad de interactuar de forma amena y eficiente con los demás facilitará el desarrollo de conexiones y por ende, aumentará las oportunidades que se te pueden presentar de conseguir un buen empleo, aparte de ayudar a crear un excelente ambiente laboral.
Uso, seguimiento y control de la tecnología: el mundo análogo quedó en el siglo pasado, estamos en una era digital y si manejas bien la tecnología, tendrás una buena parte de tu éxito asegurado.
Diseño y programación de tecnología: en la misma tónica de la anterior habilidad blanda, en este caso se trata de ir un paso más allá del simple uso y que adquieras la capacidad de desarrollar la tecnología.
Resiliencia, tolerancia al estrés y flexibilidad: en un planeta donde en cualquier momento se puede presentar una pandemia o un descontento social generalizado, es necesario estar preparado para acomodarse a los cambios abruptos del contexto o de las circunstancias.
Razonamiento, resolución de problemas e ideación: debes pensar antes de actuar, pero, debes hacerlo metódicamente y siempre con miras a alcanzar el logro propuesto.
Inteligencia emocional: sé dueño de tus emociones, entiéndelas y contrólalas, sin dejar de lado que debes entender las emociones y sentimientos de las demás personas. Esto te ahorrará muchos impases.
Solución de problemas y experiencia del usuario: casi en cualquier carrera estarás en contacto con el cliente y entender sus problemas, para los cuales, en muchos casos, tú representas una posible solución.
Orientación al servicio: para recibir hay que dar, y tus clientes, o simplemente las personas con las que interactúas siempre verán con buenos ojos que les eches una mano y recuerda, es mejor deber dinero que favores.
Análisis y evaluación de sistemas: debes entender que en la vida laboral existen muchos procesos que para su funcionamiento adecuado necesitan de ti para controlarlos corregirlos y modificarlos.
Persuasión y negociación: sea presencial o a través de una pantalla, debes estar listo para comprender y hacerte entender con los demás y llegar a acuerdos, donde debes ceder un poco puede ayudarte a conseguir mucho.
Cabe anotar, que muchas personas nacen con estas habilidades blandas y puede que tú ya poseas algunas de ellas. Sin embargo, si ese no es el caso, aquello que no te da la genética te lo puede proveer el trabajo duro y la perseverancia y las puedes adquirir por ti mismo.
Tu futuro está en tus manos.
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John Jairo Bocanegra Llano Docente, editor y redactor @Johnjairobocanegra