No hay sueños imposibles, sino falta de ganas. Cuando deseas algo de verdad, de corazón, de vocación, lo puedes lograr. No te confundas no se trata de optimismo o de ciego positivismo, es planeación, esfuerzo y perseverancia. Considera lo siguiente:
- Lo que deseas tiene una forma de conseguirse y eso es lo primero que debes buscar. Soñar, sin pensar en el cómo hacer realidad el sueño, es como tratar de ganarse la lotería sin comprar un boleto.
- A mayor esfuerzo, mayor satisfacción. No te engañes, lo que quieres requiere de que le metas toda, tienes que esforzarte al máximo, entre más energía y tesón inviertas en alcanzar tu meta, mejor te sentirás cuando la logres.
- Para atrás, ni para coger impulso. Habrá momentos difíciles en que pensarás que tu sueño no se puede hacer realidad y la tentación de desistir de él aparecerá. Si de verdad lo quieres, bofetéate y sigue adelante. Que nada te aparte de lo que deseas.
- Cree en ti mismo. Eres lo que piensas, si te crees un perdedor, ya perdiste. Tu actitud debe ser proactiva y positiva, y siempre en pro de lograr ese objetivo escrito en tu alma.
- Enfócate. Debes trabajar en un objetivo a la vez, porque el que mucho abarca poco aprieta, y si buscas muchas metas al mismo tiempo, disminuyes tu capacidad de alcanzarlas. De otro lado, debes priorizar. Concéntrate en lo que realmente te importa.
Tú escribes tu destino.
¡Prepárate!